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Alevosía: circunstancia agravante en el Derecho Penal
La alevosía es una circunstancia agravante en el ámbito del Derecho Penal que se tiene en cuenta al momento de juzgar ciertos delitos, especialmente aquellos relacionados con agresiones físicas y homicidios.
La alevosía implica que el agresor actúa con ventaja, garantizando que su víctima no tenga posibilidad de defensa. Esta agravante incrementa la gravedad de los delitos y, por lo tanto, las penas que se imponen.
En este artículo, exploraremos el significado de la alevosía, cómo se aplica en el Derecho Penal, y cuáles son sus consecuencias legales.
¿Qué es la alevosía?
La alevosía es una circunstancia agravante que consiste en cometer un delito, generalmente un homicidio o lesiones graves, de una manera que impida o disminuya la posibilidad de defensa de la víctima. Esta situación se da cuando el agresor actúa planificando su ataque para aumentar las probabilidades de éxito y reducir cualquier resistencia por parte de la víctima.
Definición legal de alevosía
En términos legales, la alevosía se define como la ejecución de un acto delictivo de manera traicionera, aprovechando circunstancias que impiden que la víctima pueda defenderse.
Esta figura jurídica está contemplada en el artículo 22.1 del Código Penal Español, que establece que la alevosía es una circunstancia agravante que se aplica en los delitos contra la vida y la integridad física de las personas.
Son circunstancias agravantes:
1.ª Ejecutar el hecho con alevosía.
Hay alevosía cuando el culpable comete cualquiera de los delitos contra las personas empleando en la ejecución medios, modos o formas que tiendan directa o especialmente a asegurarla, sin el riesgo que para su persona pudiera proceder de la defensa por parte del ofendido.
¿Cómo se reconoce la alevosía en el Derecho Penal?
La alevosía se reconoce cuando el autor del delito adopta medios o circunstancias que aseguran la consumación del acto delictivo, minimizando o anulando las posibilidades de que la víctima pueda defenderse. Para que un juez determine que ha habido alevosía, es necesario que concurran ciertos elementos:
- Premeditación: El agresor planifica su ataque, eligiendo un momento o lugar en el que la víctima esté más vulnerable.
- Aprovechamiento de la indefensión: El atacante actúa aprovechando una situación en la que la víctima no puede defenderse eficazmente, ya sea porque está desprevenida, dormida, o en inferioridad de condiciones físicas o numéricas.
- Intención de asegurar el éxito del ataque: El agresor busca garantizar que la agresión tendrá éxito, eliminando cualquier posible defensa o respuesta de la víctima.
La existencia de estos elementos es lo que permite calificar un delito de homicidio como agravado por alevosía, lo que conlleva penas más severas que en un homicidio sin esta agravante.
Requisitos para apreciar la alevosía
En este sentido, la jurisprudencia del Tribunal Supremo exige para apreciar la alevosía.
En primer lugar, un elemento normativo consistente en que se trate de un delito contra las personas.
En segundo lugar, como requisito objetivo, que el autor utilice en la ejecución, medios, modos o formas que han de ser objetivamente adecuados para asegurarla mediante la eliminación de las posibilidades de defensa, sin que sea suficiente el convencimiento del sujeto acerca de su idoneidad.
En tercer lugar, en el ámbito subjetivo, que el dolo del autor se proyecte no sólo sobre la utilización de los medios, modos o formas empleados, sino también sobre su tendencia a asegurar la ejecución y su orientación a impedir la defensa del ofendido, eliminando así conscientemente el posible riesgo que pudiera suponer para su persona una eventual reacción defensiva de aquél.
Y en cuarto lugar, que se aprecie una mayor antijuridicidad en la conducta derivada precisamente del modus operandi, conscientemente orientado a aquellas finalidades.
Respecto a la reacción de la víctima, la eliminación de toda posibilidad de defensa que la alevosía exige ha de ser considerada desde la perspectiva de su real eficacia, y es compatible con intentos defensivos nacidos del propio instinto de conservación pero sin capacidad verdadera de surtir efecto contra el agresor y la acción homicida (en este sentido STS 626/2015 de 18 de octubre y las que ella cita).
Tipos de alevosía
En la jurisprudencia penal, se reconocen diferentes tipos de alevosía, que varían según las circunstancias en las que se produce el delito:
- Alevosía sorpresiva: El ataque ocurre de manera sorpresiva, sin que la víctima tenga posibilidad de prever o prepararse para el daño. Un ejemplo típico es un ataque por la espalda o cuando la víctima está desprevenida.
- Alevosía premeditada: El agresor elige de forma deliberada el momento o las condiciones más favorables para llevar a cabo el ataque, asegurando la indefensión de la víctima. Un ejemplo sería un ataque que se realiza en un lugar apartado o cuando la víctima está sola.
- Alevosía por desventaja física o prevalimiento: Se da cuando el agresor utiliza su superioridad física o armas para reducir cualquier posibilidad de defensa de la víctima. Un ejemplo es cuando el agresor se aprovecha de una persona mayor o con alguna discapacidad.
- Alevosía con abuso de confianza: El delincuente actúa valiéndose de la confianza que la víctima le tiene, aprovechando la vulnerabilidad que esta confianza genera. Por ejemplo, un ataque realizado por alguien cercano a la víctima, como un amigo o familiar.
En la STS 253/2016 de 31 de marzo, en lo que concierne a las modalidades, instrumentos o situaciones de que se vale el agente para asegurar el resultado excluyendo toda defensa y el consiguiente riesgo para su persona, la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo distingue tres supuestos de asesinato alevoso: la llamada alevosía proditoria o traicionera, si se ejecuta el homicidio mediante trampa, emboscada o a traición del que aguarda y acecha. La alevosía sorpresiva, caracterizada por el ataque súbito, inesperado, repentino e imprevisto. Y la alevosía por desvalimiento, en la que el agente se aprovecha de una especial situación y desamparo de la víctima que impide cualquier reacción defensiva, como cuando se ataca a un niño o a una persona inconsciente.
La alevosía como circunstancia agravante en el Código Penal
En el Código Penal español, la alevosía es una circunstancia agravante que se aplica principalmente en casos de homicidio, asesinato y lesiones graves. Esta agravante se recoge en el artículo 22, que establece que cualquier delito cometido con alevosía será sancionado con penas más severas debido a la gravedad de la acción.
El artículo 139 del Código Penal tipifica el asesinato, distinguiéndolo del homicidio por la concurrencia de alevosía. Así, si un homicidio se comete con alevosía, se considera asesinato, lo que eleva las penas sustancialmente. El asesinato puede conllevar penas de prisión que van de 15 a 25 años, dependiendo de las circunstancias, en contraste con el homicidio, cuya pena suele ser inferior.
Diferencias entre homicidio y asesinato con alevosía
Una de las principales diferencias entre homicidio y asesinato es la presencia de circunstancias agravantes como la alevosía. Mientras que el homicidio es la muerte de una persona sin premeditación ni circunstancias especiales, el asesinato implica que el acto se ha cometido con premeditación o alevosía, lo que lo convierte en un delito más grave.
Homicidio simple
El homicidio simple es la privación de la vida de otra persona sin que existan circunstancias agravantes como la alevosía o la premeditación. Este tipo de homicidio, aunque grave, no alcanza la misma penalidad que el asesinato, ya que no hay pruebas de que el agresor actuara con ventaja o intención de eliminar la defensa de la víctima.
Asesinato con alevosía
En cambio, el asesinato conlleva la presencia de alevosía, lo que significa que el acto ha sido planeado o ejecutado de manera que se asegura la indefensión de la víctima. Este tipo de delito es considerado más grave, ya que el agresor no solo ha cometido el acto, sino que ha actuado de manera traicionera y con intención deliberada de asegurar el resultado.
Consecuencias legales de la alevosía
La alevosía tiene consecuencias directas sobre la severidad de las penas impuestas a los autores del delito. Al ser una circunstancia agravante, su inclusión en un juicio puede aumentar considerablemente las penas impuestas. Algunas de las consecuencias legales de la alevosía incluyen:
- Aumento de las penas: La presencia de alevosía en un delito como el homicidio puede elevar la pena de prisión hasta los 25 años. Este agravante se toma muy en serio debido a la premeditación y traición implícita en el acto.
- Reducción de posibilidades de defensa: Al demostrar que hubo alevosía, se hace más difícil para la defensa argumentar circunstancias atenuantes, ya que la planificación y la intención de causar daño de manera ventajosa son elementos que suelen pesar mucho en los tribunales.
- Tipificación como asesinato: En los casos de homicidio, la alevosía convierte el delito en asesinato, lo que automáticamente implica un proceso judicial más severo y sanciones más altas.
Ejemplos de casos de alevosía
En la jurisprudencia española, han habido numerosos casos en los que la alevosía ha sido determinante para calificar un delito como asesinato. Algunos ejemplos incluyen:
- Homicidio por encargo: Cuando una persona es asesinada por un sicario, quien planifica y ejecuta el crimen en un contexto donde la víctima no tiene posibilidad de defenderse, como un ataque en la soledad de su hogar.
- Asesinato de pareja: Casos de violencia de género en los que la pareja o expareja ataca a la víctima en momentos de vulnerabilidad, como mientras duerme o en un entorno controlado por el agresor, lo que demuestra una clara intención de garantizar el éxito del ataque.
Preguntas frecuentes sobre la alevosía en el Derecho Penal
¿Qué significa cometer un delito con alevosía?
Cometer un delito con alevosía implica que el agresor ha actuado de manera premeditada, asegurando que la víctima no tenga oportunidad de defenderse. Esto agrava la responsabilidad penal.
¿Cuándo se considera que hay alevosía en un delito?
Hay alevosía cuando el delincuente utiliza medios o circunstancias que garantizan el éxito del delito y eliminan cualquier posibilidad de defensa por parte de la víctima.
¿Es la alevosía aplicable solo a homicidios?
Aunque la alevosía es más común en homicidios y asesinatos, también puede aplicarse en otros delitos violentos como las lesiones graves, si se demuestra que el agresor actuó de manera traicionera.
¿Qué diferencia hay entre un homicidio y un asesinato con alevosía?
El homicidio es la privación de la vida sin circunstancias agravantes, mientras que el asesinato con alevosía implica que el crimen fue premeditado y realizado con la intención de asegurar la indefensión de la víctima.
¿Cuáles son las penas por asesinato con alevosía en España?
El asesinato con alevosía puede conllevar penas de prisión de entre 15 y 25 años, dependiendo de las circunstancias específicas del caso y otros posibles agravantes.
¿Se puede alegar defensa propia ante una acusación de asesinato con alevosía?
Es posible alegar defensa propia, pero si se demuestra que el ataque fue premeditado y con alevosía, es difícil que la defensa prospere, ya que la alevosía implica que el agresor tenía la intención deliberada de eliminar la defensa de la víctima.
¿Puede existir alevosía en los delitos leves?
La alevosía no se aplica en los delitos leves, según dispone el articulo 66.2 del Código Penal.
2. En los delitos leves y en los delitos imprudentes, los jueces o tribunales aplicarán las penas a su prudente arbitrio, sin sujetarse a las reglas prescritas en el apartado anterior.
Conclusión
La alevosía es una circunstancia agravante que tiene un peso considerable en el Derecho Penal español. Su presencia en un delito, especialmente en homicidios y asesinatos, agrava las penas y complica las defensas legales, ya que se considera que el agresor ha actuado con traición y premeditación. Comprender el concepto de alevosía y sus implicaciones es fundamental tanto para el sistema judicial como para quienes buscan justicia en casos de crímenes violentos.
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